Octavo mes del año y parece ayer cuando empezábamos con los desafíos sustentables. Todavía quedan algunos para seguir explorando, no siempre se puede cambiar radicalmente pero con pequeñas mejoras al estilo kaizen son más fáciles de abordar. Pequeñas metas para grandes logros.
El tema de este mes es tiene que ver con los ciclos y dejar ir. Pero no estoy hablando de dejar de stalkear a un Ex, sino de los objetos que tenemos en casa. ¿No te pasa que cuando empiezan los días más largos y el calor también empezas a hacer orden y limpieza?
Me da mucha tristeza ver objetos y ropa tirados en el cordón de la vereda, cosas que a simple vista no parecerían tener demasiados problemas. Pudiendo cada cosa tener una 2da oportunidad o colaborar con alguien, terminan sucias y listas para que se la lleve el agua en la próxima tormenta (y todos sabemos que lo que está en la calle, lamentablemente termina el rio). No tomarse el trabajo de reparar objetos, de encontrarles el lugar correcto, de hacer circular eso que ya no nos es útil contribuye a generar más residuos y a desperdiciar recursos, además de contaminar innecesariamente.
Ni hablar de que quizá “la basura de un hombre es el tesoro de otro” y a lo mejor tus frascos de mermelada o tu batidora vieja pueden hacer feliz a un amigo, una sobrina o alguien que no conocés.
Entonces este mes tratemos de pensar en que destino pueden tener esas cosas que ya no usamos y merecen continuar en manos de alguien más. Pero bueno, si lo dañado ya no tiene remedio entonces démosle una correcta disposición para que no cause más problemas a nuestro Planeta. (Y si las cosas nos duran poco también reflexionemos sobre el tipo de consumo y la durabilidad de lo que elegimos comprar).