¡Adios a la primer mitad del año! Hace algunos días lentamente vamos ganando minutos de luz, y nuestro compost, aunque todavía estará aletargado por un rato más, empieza a acumular energía para cuando llegue la primavera...des-pa-cito.
Los ciclos de la naturaleza son completamente diferentes a los que estamos acostumbrados hoy en día. Mientras que nuestro compost madura también estamos madurando la paciencia y nuestra capacidad de observación. De recompensa tenemos la felicidad de encontrar en una porción mínima de tierra un mundo vivo, además de ese olor a "tierra después de la lluvia" que nos teletransporta bien lejos hasta algún bosque del sur, y la alegría de poder ver como un descarte a través de nuestra compostera se transforma en un brote...
Lamentablemente, los compromisos diarios no fluyen con el mismo ritmo que los de la naturaleza, pero lo que si podemos hacer es aprovechar este mes bisagra para llegar a un sano equilibrio y conectarnos con esa fuerza de lo natural a traves del compostaje!
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