Mes cuatro del año, para muchos los proyectos empiezan a convertirse en algo más tangible. Aunque los días son un poco más cortos y ya estamos para el abrigo y barrer las hojas (que no te olvides son oro puro para el compost!), igualmente todavía se aprovechan a pleno esos rayos de sol en la espalda y la energía para activar.
Después de un par de años guardados, si hay algo que aprendí es a valorar la oportunidades y los encuentros, porque nunca se sabe qué va a pasar más adelante. Es por eso que este mes te propongo que anotes 3 actividades que venis postergando ¡y las concretes! No las pienses como un carga o un compromismo más, a veces lo perfecto es enemigo de lo bueno y nos frena. Solemos tener una expectativa o una predicción que en realidad nunca se termina de cumplir, y por eso es mejor hacer (hacer chiquito) que no hacer nada. Aplica para el cuidado del Planeta y también para todo lo demás.
¿Qué vas a hacer este mes que venías posponiendo?